La empresa consultora británica, KPMG, buscaba reducir sus gastos de personal por lo complicado de la situación económica. Total, la excusa de moda para darle un empujoncito a su cuenta de beneficios a costa del currito. Pero lo interesante del caso es que en vez del recurrido E.R.E. que usamos en España o la también cada vez más usada fórmula de "pongo en la calle a la mitad de la plantilla durante tres meses, y luego los vuelvo a contratar largando a la otra mitad", ofreció las siguientes alternativas:
- Tener más tiempo libre a cambio de menos sueldo.
- Reducir su semana laboral a cuatro días.
- Tomar un tiempo sabático de entre uno y tres meses con un salario reducido del 30%.
Resultó que más del 80% de ellos querían tomar un libre día más a la semana, incluso cobrando menos. Ahora vemos en una encuesta de 2.882 contables en Reino Unido que, para recibir un día más de fin de semana, estarían dispuestos a ver sus sueldos reducidos en algo más de 1.000 euros al mes.
Esta última parte no me cuadra, porque en el artículo en inglés habla de 11000 £ al año, que al cambio vienen a ser los 1000€ al mes en cuestión. ¿¿Qué coño de sueldo tienen que cobrar para renunciar a 12000€ al año??, pero bueno, quitando este tema, yo estaría de acuerdo en ver reducidos mis ingresos a cambio de un día de descanso adicional a la semana (por supuesto, habría que ver cuanto me reducen, pero a priori, estoy dispuesto a sentarme y hablarlo).
Vemos en muchos sitios que las empresas deben estar abiertas a distintas formas de organizar sus trabajadores, sus estructuras de trabajo y sus formas de trabajar. Sería mucho mejor permitir a los trabajadores más flexibilidad de cómo trabajan, cuánto trabajan y cuánto pueden ser ajustados sus sueldos. Si los trabajadores pudieran organizar sus economías familiares, tener más horas libres durante la semana podría ser un cambio que les permita un estilo de vida más atractivo. Puede que muchos trabajadores que nunca han tenido la oportunidad de probarlo y que no buscan consumo desenfrenado, lo consideren como una alternativa de vida laboral y de vida social. Cuando mejore la situación económica, seguro que muchos estarían abiertos a este tipo de cambio de vida.
Por otra parte, la falta de este tipo de medida deja claro la rigidez del tejido empresarial español y de que los empresarios deben hacer mucho más que seguir el camino que están siguiendo, que es buscar ayudas, pedir más flexibilidad para actuar en contra de los intereses de los trabajadores y pedir reducciones de gastos y más poder para el despido de sus trabajadores.
Hay muuuuuchas formas de organizarsenos laboralmente y en España ni han empezado a considerar muchas de ellas. Mucho hablar de reforma laboral, de negociaciones y de consenso pero poca acción real.
Visto en Accountancy Age (en inglés)
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