Llevo algún tiempo escuchando pinceladas de lo que es el BookCrossing, pero hasta hoy mismo no me había parado con detenimiento a investigarlo. He encontrado un libro en el Hospital Provincial (Córdoba) con las etiquetas de BookCrossing y lo he cogido.
El libro en cuestión es Ivanhoe. Es la más conocida de las novelas de Walter Scott. Fue escrita en 1819 y está ambientada en Inglaterra, durante el siglo XII, en la época medieval. Su protagonista es Wilfredo de Ivanhoe, un joven y valeroso caballero. Es una novela histórica.
Pero este no es el caso que me lleva a escribir el post. El motivo en cuestión es el BookCrossing (definición en wiki).
Es una iniciativa muy interesante consistente en ficha un libro, asignarle un número (BCID, con el que se puede hacer el seguimiento de por dónde ha pasado el libro y cuantas personas lo han leido) y "abandonarlo" en algún lugar para que otra persona lo "encuentre". Cuando esta segunda persona lo lea, lo vuelve a "abandonar" en el lugar que le apetezca para comenzar el proceso otra vez. El estadounidense Ron Hornbaker concibió la idea de Bookcrossing en marzo del 2001 inspirado por Where's George?, una web para seguir el recorrido de billetes. La web de Bookcrossing fue lanzada alrededor de un mes después, el 17 de abril del 2001. Se ha desarrollado como un movimiento global, que en 2009 cuenta con más de 750.000 miembros en todo el mundo y más cinco millones de libros registrados en su base de datos.Lo triste de todo esto es que, si el libro es el paradigma de la cultura, en una ciudad como Córdoba que pretende ser Capital Cultural en el 2016, debería de ser normal encontrarse libros etiquetados BC por cualquier sitio... y claro, que la gente continue la cadena y comente el la página web dónde se ha encontrado, algún comentario, etc.
Para empezar hablar, yo me he dado de alta para etiquetar libros y "abandonarlos" por ahí.
En breve daré noticias del primer "abandono"
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