lunes, 3 de mayo de 2010
El Lince Ibérico (Lynx pardinus) y el Conejo (Oryctolagus cuniculus)
En 1952, un científico francés llamado Paul Felix Armand-Delille, cansado de ver cómo los conejos arrasaban con sus viñedos, decidió tomar cartas en el asunto. Armand-Delille era bacteriólogo y miembro de la Academia Francesa de Medicina. Había oído hablar del caso de Australia, donde, dos años antes, se había conseguido reducir la población de conejos (especie foránea y verdadera plaga en el continente) gracias al virus de la Mixomatosis, así que decidió probar suerte en una finca de 3 km2, confiando en que sus peculiaridades geográficas impedirían que el virus se extendiera.
El experimento dio sus frutos: en 6 semanas Armend-Delille logró reducir en un 98% la población de conejos de la hacienda. En menos de un año el 45% de los conejos franceses habían pasado a mejor vida. Hacia finales de 1954, la cifra aumentó hasta el 90% y el virus se abría paso hacia el resto de Europa. Al llegar a la Península Ibérica, la desaparición de los conejos también afectó a sus predadores. El lince ibérico se encontró sin su sustento básico y se perdieron hasta el 70% de los nidos del águila imperial ibérica.
En enero de 1955 Armand-Delille fue procesado y condenado a pagar una multa de 5000 francos por un delito medioambiental. En junio de 1956 fue condecorado con una medalla de oro por sus servicios a la agricultura. En el reverso de la medalla aparecía un conejo muerto.
Gracias a Dios, la población de conejos en España ha experimentado una recuperación bastante notable. Es bastante fácil verlos desde el coche, por lo menos yo los veo normalmente bajo los puentes de la Autovía y no digamos cuando paseo con mi bicicleta por la vía de servicio de la autovía. Saltan por cualquier lado.
Esto ha llevado tambien el aumento de la población del Lince Ibérico, que se alimenta casi exclusivamente del conejo (93% de su dieta).
Etiquetas:
Mundo Rural
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario